Cómo mejorar la enseñanza a distancia
Actualmente es cada vez más habitual que haya universidades o escuelas de posgrado que impartan sus asignaturas a distancia, ofreciendo la posibilidad de estudiar a aquellos alumnos que, por ausencia de movilidad o autonomía, por una ubicación geográfica aislada, a causa de barreras arquitectónicas y sin centros de estudio adaptados, no pueden asistir presencialmente a las clases. Es una forma de enseñanza que difiere de la tradicional, ya que el profesor debe estar capacitado para mantener un ritmo de comunicación online fluido y transmitir conocimientos a través de dispositivos electrónicos.
Auxilia desde sus orígenes (1952) ha mantenido este tipo de Enseñanza adaptándose, a lo largo del tiempo, a los medios de comunicación que facilitan y mejoran la relación entre alumnado y profesorado. Nos parece pues indicado que expongamos una serie de consejos y recursos sobre cómo optimizar la Enseñanza a Distancia.
CINCO CLAVES IDÓNEAS que debe tener presentes todo Voluntario – Profesor de Enseñanza a Distancia de Auxilia
Tanto si en tu vida profesional eres docente de una escuela, instituto o universidad, profesional en el mundo laboral, o persona que, por sus estudios, experiencia y conocimientos dominas una temática, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos para mejorar sin problemas la eficacia de tu enseñanza y gestionar la comunicación con tu alumnado.
1.- Rapidez al distribuir contenidos. La efectividad y rapidez con la que distribuyes los contenidos –ya sean tareas, apuntes o pruebas- es fundamental para que el proceso de aprendizaje de los alumnos sea productivo. No hay nada más frustrante para un estudiante que tener que esperar durante días a que le llegue el material de estudio o las respuestas y correcciones de sus trabajos. Ello retrasa y dificulta el aprendizaje.
2.- La frecuencia de la comunicación. La frecuencia de comunicación con tu alumno/a la debéis establecer de común acuerdo, sea cual sea el plazo que determinéis. Deberás pues respetar este plazo y sólo cuando veas que la respuesta de tu alumno se demora, te comunicarás con él recordándole que estás a la espera de recibir sus trabajos. No debes olvidar que tratarás con personas con dificultades físicas, ingresos hospitalarios, momentos depresivos, desánimo, cansancio, etc. y ello comporta algunas veces irregularidades y retrasos en las respuestas.
Es entonces cuando has de actuar más como amigo que como profesor. Interésate por su situación, anímale, dile que sigues confiando en él y que esperas que cuando se recupere podréis seguir trabajando. Si ves que su respuesta se alarga más de lo debido, insiste con afecto y no dejes de animarle. Has de entender que sus contratiempos le afectan más de los que te afectan a ti los tuyos.
Y si ves que pasado un tiempo prudencial no reacciona, comunícate con Auxilia (enseadistancia@auxilia.es) exponiendo el caso. Auxilia actuará para normalizar la situación de la que estarás debidamente informado/a.
3.- Proporcionar elementos audiovisuales. La enseñanza a distancia limita la capacidad de expresión del profesor, ya que no puede interactuar con su alumno con la misma facilidad que lo haría presencialmente en un aula. Para compensar esta limitación, es conveniente que hagas uso de elementos visuales, cómo vídeos o imágenes sobre la materia que estás impartiendo. De este modo, le podrás ofrecer alternativas de estudio para que comprenda mejor el temario. Y si tienes la ocasión de comunicarte con él visualmente (vídeo – conferencia) mucho mejor. El efecto de la distancia se reduce enormemente y la eficacia de los estudios aumenta. Por otra parte, este método mejora enormemente el aprendizaje de idiomas.
4.- Ponerlo a prueba regularmente. Tienes dos misiones como educador: transmitir tus conocimientos al alumno y evaluarlo de forma periódica. Para mantener a cada alumno conectado con tu asignatura y evitar que pierda concentración debido a la distancia, debes ir poniéndole a prueba con regularidad. Puedes utilizar los enlaces inteligentes para enviarle test y valorar rápidamente los resultados que obtengas. Es un buen método para saber en qué puntos del temario el alumnado flojea y poder reforzarlos en tus próximas clases.
5.- Mantener contacto personalizado por correo. El hecho de que no tengas un trato presencial con tu alumno tiene el riesgo de convertir tus clases en impersonales y apáticas; el alumno se puede sentir menos motivado con una asignatura si ve que no tienen ningún tipo de trato personal con el docente que la imparte. Para evitarlo, es conveniente que le envíes correos electrónicos personalizados, instándole a que pregunte sus dudas, comentándole la nota del último examen y ofreciéndole recomendaciones académicas. Se trata de una inversión de tiempo necesaria para que el alumno no se sienta aislado con la enseñanza a distancia y se encuentre más cómodo durante el proceso de aprendizaje en línea.
Al mismo tiempo interésate por su persona, su familia, su entorno, sus amistades, sus aficiones, sus aspiraciones… Con ello irás creando unos lazos de amistad y confianza que se reforzaran con el paso del tiempo.
Siguiendo estos pasos, podrás ofrecer a tu alumnado una experiencia de enseñanza a distancia completa, didáctica e interactiva que no tendrá nada que envidiar a la enseñanza tradicional.