No basta con proclamar que se es solidario, hay que demostrarlo
A nadie se le escapa que la solidaridad es una palabra que va aparejada a la gratuidad, a la voluntad de sentirse cercano a las personas de la sociedad que más lo necesitan, tanto en el aspecto material, como en el cultural, la cercanía física o moral. Son palabras que, para algunas personas, grupos, comunidades o entidades son palabras de “honor”. Ser solidario va más allá de ser noticia en los periódicos, en los informativos de televisión o en las manifestaciones populares. Ser solidario es algo “interno”, propio de las personas o entes sensibles, de grupos conscientes de la necesidad de “ofrecer algo de sí mismos” a los que más lo necesitan.
No todo el mundo es solidario. Desgraciadamente. El egoísmo, el “yo soy el primero y único” prevalece sobre los valores que el ser humano debiera siempre demostrar: un mundo solidario será siempre mejor que el individualista, que la prepotencia, la vanidad, el dinero, el yo, el yo, y después el yo…
Por eso, en Auxilia no nos duele, al contrario, nos llena de satisfacción y, por esto queremos manifestarlo públicamente, que hay entidades y empresas que son sensibles a las necesidades de estos colectivos que mencionamos, colectivos con necesidad de ayuda y apoyo. Y, por ello, se suman a la aportación, sea en bienes culturales, sociales o económicos, a los proyectos que las entidades y asociaciones que, abocadas a subsanar estas discriminaciones, tienen en curso.
Auxilia cuenta entre sus fieles colaboradores con una de estas entidades, CRONOPLAST, que tiene como objeto social la fabricación y venta de maquinaria para la transformación del caucho y plástico.
Ubicada en la población de Abrera, muy cercana a la montaña de Montserrat, mantiene con Auxilia, y desde hace muchos años, una solidaridad que va más allá del aspecto material. Sus dirigentes (y los de la empresa madre situada en Italia) saben de Auxilia, conocen sus actividades y participan en sus proyectos de los que están siempre informados.
No nos duelen prendas, al contrario, manifestar que CRONOPLAST es nuestra empresa “insigne”. Ojalá, como decía su director gerente, Albert Soriano, otras empresas se unan a esta propuesta.
Ayudar a Auxilia y a sus proyectos es ser auténticamente solidario.